Esta técnica consiste en utilizar de vapor como instrumento. Este tratamiento es uno de los que puede dejar tu piel reluciente. Dentro de los tratamientos de estética, se podría decir que el vapor de ozono es una de los más buscados por los clientes.
El vapor ozono, al entrar en contacto directo con la piel, provoca dilatación y humidificación de la misma. Estos efectos facilitan la eliminación de toxinas, la hidratación y la emolencia de la capa córnea de la piel, dándole flexibilidad para posterior tratamientos.
Vaporización y sus principales beneficios:
1. Abre los poros: El vapor de ozono en general es utilizado como paso previo a un tratamiento de limpieza fácil profunda. Este procedimiento generalmente es utilizado con vapor de agua a alta temperatura. Es ideal para abrir poros, y nos ayudará a extraer comedones y puntos negros.
2. Limpia la piel: Al abrir los poros, también ayudará a que las impurezas del resto de la cara salga de los poros sin tener que hacer mayor esfuerzo. El tratamiento puede ser aplicado con vapor caliente o frío, dependiendo de cada piel.
3. La suaviza: El ozono acaba con la descamación de la piel y todas las células muertas. Esto causa que la piel quede muy suave y preparada para otros procedimientos estéticos de hidratación.
4. Higieniza la tez: Se ha demostrado que el ozono es una gran bactericida, acabando con una gran cantidad de bacterias que tengamos en nuestra piel. Al fin y al cabo, el ozono es oxígeno concentrado.
5. Reactiva la circulación sanguínea: Al ser un tratamiento con ozono y temperaturas altas, hacemos que se produzca una vasodilatación de la zona de aplicación, esto beneficia un mayor riego sanguíneo, propiciando así una activación de la circulación sanguínea. Esto trae como beneficio rejuvenecer la piel y reactivarla.
¿EN QUÉ CONSISTE?
Una sesión de vaporización debe contar con una máquina que crea una nube de vapor con ozono, la cual va a llegar directamente a la zona que tratemos. El cliente debe estar en una camilla acostado y con los ojos cerrados. Se realiza un ciclo de 5 a 10 minutos, de constante vaporización.
En general se puede realizar tratamientos una vez por semana, hasta completar un par de sesiones. Y luego se pueden hacer algunas sesiones cada 1 o 2 meses, para mantener los resultados.